La plancha suele ser la tarea más engorrosa de las labores domésticas y si a esto le sumamos que está sucia, ya no sabemos por dónde empezar.
Mantener a punto la plancha es necesario para que no se adhiera a la ropa la suciedad que se acumula en los orificios del vapor.
Si no quieres acabar mal, te proponemos seguir estos prácticos consejos:
- Asegúrate de tener la plancha fría y desenchufada antes de manipularla.
- Si es de aluminio, será suficiente pasar un paño húmedo con detergente suave.
- No uses nunca productos abrasivos o vinagre, ni rasques con fibras que puedan rayar tu plancha.
- Llénala de agua y colócala hacia abajo sobre una parrilla resistente al calor y la humedad, accionar el botón del vapor para que salga totalmente el agua a través de los orificios.
- Si se ha quedado pegado algún resto de material sintético, caliéntala primero a temperatura mínima, cierra la salida de vapor, frota la base con una vela normal por la zona quemada, plancha ahora encima de un papel de estraza hasta que salga por completo.
La mayoría de las planchas que se encuentran en el mercado tienen un sistema de válvula autolimpieza, en el manual te explican cómo usarlo, sigue los pasos indicado y ten en cuenta que por lo menos una vez al mes deberás limpiar a mano la plancha para más seguridad.
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