El Círculo de Sinner, es la fórmula que explica el ciclo que debe seguir cualquier acción que llevemos a cabo en limpieza.
Para ello hay que tener en cuenta cuatro factores variables: acción mecánica, acción química, temperatura y tiempo.
- Acción mecánica. Es la operación empleada para eliminar la suciedad, bien por movimiento manual o mecánico, siendo necesario conocer perfectamente la herramienta mecánica para no deteriorar la superficie.
- Acción química. Es el conjunto de productos químicos que emplearemos en cada momento. Debemos conocer el producto adecuado para cada superficie y seguir las instrucciones y dosis recomendadas por el fabricante.
- Temperatura. Ésta influye en la efectividad del producto químico y hay que tener en cuenta si la superficie soporta altas temperaturas o si se trata de eliminación de grasas.
- Tiempo. En limpieza todo requiere su tiempo, y éste dependerá de las dimensiones del área, la acumulación de suciedad, el producto que empleemos y si realizamos la limpieza manual o a máquina.
Estos cuatro factores se combinarán atendiendo a la suciedad, la superficie y los medio que dispongamos. Gracias a la técnica, iremos reduciendo cada vez más el tiempo de ejecución sin que esto afecte al resto de factores.
Una limpieza profesional requiere ser realizada al menor tiempo y coste posible, contemplando los factores medioambientales y respetando al máximo al cliente.
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